Y la tristeza
inundó mi corazón.
La sinrazón
me cegó.
El dolor
me ganó.
La soledad,
mi compañera fué.
La decisión,
llegó.
Me caí,
y me volví a levantar.
Sufrí,
y volví a sonreir.
Lloré,
y volví a amar.
Levanté la vista.
El Sol, ví.
El calor,
me llegó.
El dolor,
cesó.
Y la alegría,
mi corazón inundó.
Cambié de casa,
no de ilusión.
Y pude comprender,
que mi labor,
con todo amor,
es compartir.
Sentir.
Latir.
Difundir.
Llorar, y reir.
Querer y desear.
Tener y poseer.
Dar y amar.
Compartir y sentir.
Y volví.
Con ilusión.
Con gozo.
Con alegría.
A la morada
del Alma mía.
Un abrazo para todos.
Jorge.
Hola PITHA, que hermoso sentir nos has dejado. Confío en que no sea el último.
ResponderEliminarSabes que tanto a ti, como a Rasca os aprecio sinceramente, no se trata de ideas o inclinaciones políticas, es cuestión de personas, por eso pienso que seguiréis estando entre nosotros.
Gracias por tus palabras.
Un abrazo, Begoña.
Considero, ésta, mi casa. Y aquí COMPARTIRÉ con quien quiera mi compartir.ç
ResponderEliminarDice la Biblia: No está hecha la miel para la boca del asno.
En su momento dije que el Amor debe ser INTELIGENTE.
En este espacio de Paz, Armonía, Buenos Sentimientos, Bellas Flores, Agradables Damas, ..., he venido, si me lo permitís, a reflejar mis humildes aportaciones.
Aportaciones que no son mías, pues me fueron dadas, y por lo tanto yo soy sólo un transmisor; aportaciones que las hago con una condición:
Si son ciertas, verdaderas y se pueden aplicar a través de la Ley de Correspondencias, considerad - entonces - que os las dá La Vida. Si son erróneas, o no aplicables según el criterio antes mencionado, entonces achacad el error a esta imperfecta personalidad.
En L.V.X.
pithaguru ( jorge ).