Has puesto música de fondo a tu reflexión. Me gusta la idea. El verano, muy propio de la época ¿Lo has hecho por ese motivo? Distinguiría entre debilidad y fragilidad. El frágil, puede ser fuerte, el débil, la fuerza la extrae de la utilización de las personas próximas. Siempre, Antonio
No precisamente. En primer lugar, la he puesto por las estaciones. Y como es verano, he elegido esa estación. Bueno, debilidad y fragilidad, la diferencia está en la matización. Incluso se puede ser las dos cosas a la vez. Es cierto, que la persona fuerte es más llevadera que la débil, al menos, es más autosuficiente y más sufrida. Hay quién hace de la debilidad su forma de vida y se convierte en auténtico tirano. y la respuesta de los que le rodean, es la de dejarse manipular. Creo que hay una serie de relaciones muy subliminales, de estímulo, respuesta. En fin, sería largo e interesante seguir hablando de ese asunto. Pero el sentido que le he querido dar a la reflexión, no era ese. Más tenía que ver con la humildad, la sencillez y al mismo tiempo, con la pequeñez convertida en virtud.
Es posible que no haya quedado claro el sentido, pero ya te lo explico. Culpa mía, seguro.
No me gusta la arrogancia, ni la tiranía del débil o el falso débil. No me refiero a una situación de necesidad, sino a una actitud.
Has puesto música de fondo a tu reflexión. Me gusta la idea. El verano, muy propio de la época ¿Lo has hecho por ese motivo?
ResponderEliminarDistinguiría entre debilidad y fragilidad. El frágil, puede ser fuerte, el débil, la fuerza la extrae de la utilización de las personas próximas.
Siempre, Antonio
No precisamente. En primer lugar, la he puesto por las estaciones. Y como es verano, he elegido esa estación.
ResponderEliminarBueno, debilidad y fragilidad, la diferencia está en la matización. Incluso se puede ser las dos cosas a la vez.
Es cierto, que la persona fuerte es más llevadera que la débil, al menos, es más autosuficiente y más sufrida. Hay quién hace de la debilidad su forma de vida y se convierte en auténtico tirano. y la respuesta de los que le rodean, es la de dejarse manipular. Creo que hay una serie de relaciones muy subliminales, de estímulo, respuesta.
En fin, sería largo e interesante seguir hablando de ese asunto.
Pero el sentido que le he querido dar a la reflexión, no era ese. Más tenía que ver con la humildad, la sencillez y al mismo tiempo, con la pequeñez convertida en virtud.
Es posible que no haya quedado claro el sentido, pero ya te lo explico.
Culpa mía, seguro.
No me gusta la arrogancia, ni la tiranía del débil o el falso débil. No me refiero a una situación de necesidad, sino a una actitud.
Gracias por pasar. un abrazo, María jesús