Tiempo en letargo de un momento, que no ha quedado en el vacío sino que ha sido, un eslabón más de la cadena, que nos ha traído hasta nuestros días.
Nada ha cambiado, ni siquiera la forma de manifestarnos. A pesar del tiempo recorrido, seguimos siendo los mismos.
A caballo de nuestro planeta, convertido en nave espacial, seguimos recorriendo el Universo lejano, mientras que el próximo, nos resulta desconocido.
Vamos de sorpresa en sorpresa, pisando arenas movedizas, como fueron aquellos seres que quedaron allí. Sin diferenciaciones, todo sucede siempre de igual forma para todos.
Por el camino, tropezamos con los manantiales secos, con los suelos alfombrados en amarillo, y con la esperanza, de llegar siempre a una nueva y efímera primavera.
La rueda sigue sin parar, y el sol, nos espera en un horizonte plagado de incógnitas. Pero la primavera siempre llega y con ella, la vida.
Y después.....se va.
No hay comentarios:
Publicar un comentario