En viejo
arcón lleno de bisutería,
junto a
los cristales rotos de un espejo,
allí
entre la falsa pedrería,
arropados
guardé tus sentimientos.
Multiplicadas
las luces de colores,
reflejadas
en múltiples fragmentos,
ciega
quedé al ver los relumbrones,
abalorios
de oropeles añejos.
Poco duró
el efecto rutilante.
Unas horas
no más por todo tiempo.
Al
esconderse el sol en un instante,
arrastró la luz los sentimientos.
Hola poetisa
ResponderEliminarPreciosa forma de contar que las pequeñas cosas, o una canción, un olor... nos traen recuerdos siempre fugaces.
Chapó
Un abrazo de Edu