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Subir y más subir
Subir y más subir hasta llegar arriba,
en un supremo esfuerzo para alcanzar la cima,
por toda compañía, una meta cautiva,
para aplacar la sed, solo la propia estima.
En ese transcurrir del viaje solitario,
de incógnitas plagado como la propia vida,
solo con vivir confecciono un diario,
en posterior lo baño con lágrimas llovidas.
¡Ay, si los sentimientos flotaran en el aire!
¡Ay, si fueran visibles en su propio reflejo!
podría anticiparme, parar los desaires,
palabras engañosas en forma de cortejo.
En las aguas procelosas de supremos mares,
navego solitaria, sin miedo a las mareas,
la bitácora orientada hacia nuevos lugares,
un apacible sol con sus rayos me rodea.
A veces me abandonan las fuerzas, flaqueo,
reclino la cabeza entre dos calles, dolida
cierro los ojos, con el pensamiento jugueteo,
y en la cima veo una imagen a la tuya parecida.
Pasará de nuevo lo sé. Yo sé que pasará,
quedará perdido alejado este escenario.
en el devenir mi lugar otros lo ocuparán,
yo recurriré de nuevo a llorar el diario.
Antes hacía reflexiones, ahora, reflexiono escribiendo poemas.
Este poema, es una reflexión. Soy yo y no lo soy. No tengo por qué serlo, cualquiera puede ser. Solo tiene que identificarse con él y con lo que digo.
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