La vida misma

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Estos días pasados, compré una prímula de flor azulada. Empezó a marchitarse y consideré que la causa podía ser, el que me hubiera pasado de abono.   Creí que no se iba a recuperar, a pesar de todo la regué y sujeté los tallos de la flor para que pudieran levantarse de nuevo.  En poco tiempo, para mi sorpresa, adquirió un aspecto de frescura y  volvió  a estar como antes.  
  Pensé...Un ser tan frágil, sin voluntad, sin instintos, por si sola ha regresado a la vida.

  Una vez más, vi el esfuerzo que hacemos todos los seres vivos para seguir adelante con la vida, independientemente de que seamos animales o plantas.  Esfuerzo y voluntad de vivir que he tenido ocasión de comprobar a mi alrededor, en las circunstancias más desfavorables y en momentos cruciales.    Hasta el más rudimentario, hasta el más insignificante de los seres, lucha con todas sus fuerzas hasta las últimas consecuencias.  Se eleva sobre si y sobrepasa todas sus debilidades, todas sus limitaciones, para que  el reloj siga funcionando .
 
Somos nosotros ante nuestra vida, los que nos propiciamos las mejores condiciones, porque incluso la actitud de los que nos rodean es consecuencia de la que tengamos.

Estamos solos,  pero no somos autosuficientes,  ni dependemos solo de nuestra voluntad para vivir.  Los otros, también cuentan, aunque la vida sea nuestra.  Porque, de todo lo que tenemos en propiedad  ¿qué es lo más importante, si no es nuestra propia vida?
Fuera de ella, nada tiene relieve y todo carece de valor.
Habrá quién hable de la dignidad,  pero sin vida ¿para qué sirve?
Es lo fundamenta, es nuestra existencia, todo lo demás es la derivación, o va unido a ella.
Si, necesitamos atenciones y cuidados,  pero debemos de partir de los propios para propiciar los ajenos.

Hay una poesía de Machado que encierra toda la esencia de lo que somos y necesitamos.

El olmo seco

  Al olmo viejo, hendido por el rayo
y en su mitad podrido,
con las lluvias de abril y el sol de mayo
algunas hojas verdes le han salido.

Hasta lo más estéril, seco, agostado, insensible, si recibe calor y cuidados, responde con vida.

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