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Allí quedó tu amor,a merced de los primeros vientos.
He querido recuperar de nuevo
la imagen imposible de tu cara
en soledad. Tus ojos en mi alma, tu alma
entre mis brazos y en mis ojos, tu cara.
Ya nada queda allí donde dejamos
al aire dibujadas nuestras manos,
el cielo siempre limpio de tu voz,
el vuelo de los pájaros sin alas
hasta el final de un mundo
hecho a nuestra medida, de la nada.
Cayó toda la lluvia en tu regazo
y quedaron los bosques secos en el vacío.
Las noches ya no duermen el cansancio
del día, la luz borra los sueños
No hay locura.
Hay un viento tranquilo y un viento
agitado, que fatiga mis venas
hecho sangre callada.
Huyen las nubes, el ocaso se nubla
y en el mar, reflejado en sus aguas,
un velero perdido busca sin esperanza.
Sin ninguna esperanza, entre las olas,
quiere hallar el lugar junto a tu cuerpo sudoroso,
y la respiración jadeante, entrecortada en la garganta,
Pero todo es silencio.
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