¡Corre, corre!
¡Corre, corre!
Cien voces escondidas pronuncian la palabra.
Y yo corro y me acerco, pero al llegar,
callan.
Permanece flotando, un sordo murmullo producido,
por el coro de pájaros nocturnos
que las acompañan.
No necesitan luz para cantar, no necesitan nada,
solo la oscuridad y el alma de quién pasa.
Y llaman, siempre llaman. Es razón de su vida
Ellas, las voces, no tienen alma.
Pero corro y me acerco
y al llegar….callan
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