.Al final, nada es lo que parece.
Todo es como es. Pero ¿cómo es realmente?.
Tenemos necesidad de sentirnos aceptados y para ello, pretendemos dar una imagen, verdadera, falsa, o ni lo uno ni lo otro.
Dependerá del momento, de la situación, de la necesidad, y sobre todo, de las expecdtativas que despertemos.
Nos manifestamos de acuerdo a lo que se espera, de acuerdo con la respuesta que otros deseen al menos, si queremos quedar bien y quien lo espera, es importante ante nuestros ojos.
Somos dúctiles y maleables, como los metales.
Todos los convencionalismos, son fórmulas destinadas a quedar bien, o conectar.
Es todo convencional y aprendido porque somos producto de la educación recibida, que depende del ambiente socio-cultural que nos movamos.
En las fórmulas de expresión ¿Qué hay de sincero? ¿Qué pretendemos? Solo ser aceptados y considerados, elevar nuestra autoestima. El otro, cuenta menos.
Todo es como es. Pero ¿cómo es realmente?.
Tenemos necesidad de sentirnos aceptados y para ello, pretendemos dar una imagen, verdadera, falsa, o ni lo uno ni lo otro.
Dependerá del momento, de la situación, de la necesidad, y sobre todo, de las expecdtativas que despertemos.
Nos manifestamos de acuerdo a lo que se espera, de acuerdo con la respuesta que otros deseen al menos, si queremos quedar bien y quien lo espera, es importante ante nuestros ojos.
Somos dúctiles y maleables, como los metales.
Todos los convencionalismos, son fórmulas destinadas a quedar bien, o conectar.
Es todo convencional y aprendido porque somos producto de la educación recibida, que depende del ambiente socio-cultural que nos movamos.
En las fórmulas de expresión ¿Qué hay de sincero? ¿Qué pretendemos? Solo ser aceptados y considerados, elevar nuestra autoestima. El otro, cuenta menos.
Hipocresía social. Hipocresía individual.
Hoy lo veo así, mañana....ya veremos.
Hoy lo veo así, mañana....ya veremos.
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Somos lo esperado hasta cierto punto. También somos lo inesperado. Si no fuera así, no existiría el factor sorpresa.
ResponderEliminarEntiendo que usted habla de expectativas. Si son positivas, la persona responde de la misma manera, si son negativas, la respuesta también lo es.
Y como además influye en la autoestima, lo positivo la aumenta, por tanto la conducta es mejor.
Nunca correrá, el que le digamos una y mil veces, que no está capacitado para ello.
No consiste en engañar, sino en estimular. Y un estímulo es. aumentar la autoestima. También se consigue con unas racionales expectativas.
Saludos
Cándida
Buenas tardes Cándida
ResponderEliminarHablaba de los convencionalismos. Son pura fórmula y no tienen nada que ver con la auténtica manera de sentir.
Pero son necesarios para la convivencia. De alguna manera hemos de empezar una conversación, o el establecimiento de un contacto. Si no hubiera unas fórmulas adecuadas, el empezar de cero nos resultaría muy difícil.
Diferente es cuando todo se que da allí, y no vamos más allá de lo convencional.
Un saludo
María Jesús