Cierto es, que cada uno le damos un enfoque diferente al bienestar, y verdad es también, que no a todos nos satisface lo mismo.
Tenemos unas aspiraciones determinadas, bien sean de tipo material o espiritual, pero la actitud que adoptamos para la consecución de las mismas, es diferente.
Nunca estamos totalmente satisfechos con lo que poseemos, ni lo valoramos en su justa medida.
Deseamos algo fervientemente, luchamos por ello y cuando lo alcanzamos, ¡oh sorpresa! No nos llena.
Como una rueda giramos permanentemente en torno a unos propósitos y unos fines hasta que los alcanzamos. Una vuelta tras otra, un deseo tras otro.
Las aspiraciones, son necesarias para progresar en la vida. Tener un buen nivel de las mismas, nos lleva a alcanzar metas de todo tipo. Nos conduce al progreso.
El conformismo, tiene que ver con la pasividad, unas veces por comodidad, otras, por cobardía.
La ambición es necesaria y al contrario de lo que mucha gente piensa, es buena. Todo depende del grado y de la clase de ambición que se tenga.
Pero pasar unos límites y caer en la insatisfacción permanente ,solo produce desasosiego y descontento.
En su justa medida, conduce a la superación y a la realización.
La paloma, no quería ser paloma, sino sirena, para poder nadar. No estaba satisfecha con moverse en el aire. También quería dominar el agua.
Tenemos unas aspiraciones determinadas, bien sean de tipo material o espiritual, pero la actitud que adoptamos para la consecución de las mismas, es diferente.
Nunca estamos totalmente satisfechos con lo que poseemos, ni lo valoramos en su justa medida.
Deseamos algo fervientemente, luchamos por ello y cuando lo alcanzamos, ¡oh sorpresa! No nos llena.
Como una rueda giramos permanentemente en torno a unos propósitos y unos fines hasta que los alcanzamos. Una vuelta tras otra, un deseo tras otro.
Las aspiraciones, son necesarias para progresar en la vida. Tener un buen nivel de las mismas, nos lleva a alcanzar metas de todo tipo. Nos conduce al progreso.
El conformismo, tiene que ver con la pasividad, unas veces por comodidad, otras, por cobardía.
La ambición es necesaria y al contrario de lo que mucha gente piensa, es buena. Todo depende del grado y de la clase de ambición que se tenga.
Pero pasar unos límites y caer en la insatisfacción permanente ,solo produce desasosiego y descontento.
En su justa medida, conduce a la superación y a la realización.
La paloma, no quería ser paloma, sino sirena, para poder nadar. No estaba satisfecha con moverse en el aire. También quería dominar el agua.
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Hola Maria Jesus
ResponderEliminarPrimero en tus versos y despues tu comentario es una reflexion sobre ese viejo dilema de las dos formas de encarar la vida: (lo pongo en un lenguaje mas barriobajero) el "trepa" y el "pasota".
Son los dos extremos de la misma escala y cada uno tenemos un poco de "trepa" y un poco de "pasota", segun las proporciones tenderemos mas a uno que a otro.
Creo que es bueno ser "trepa" en aprender, conocer mas y "pasota" en poseer mas. Porque el conocimiento en el buen sentido, a parte de que no ocupa lugar, no produce saciedad o asqueo, mientras que la posesion de bienes si.
Eso es lo que hace a esta sociedad una sociedad insatisfecha: se busca el bienestar material como lo supremo y se supedita todo lo demas. El resultado es que cuando no se alcanza el objetivo tenemos frustracion y si lo alcanzamos nos produce desencanto, porque no era lo que habiamos pensado.
Yo creo que cuando se es joven, lo logico y deseable es que predomine el espiritu "trepa", pero una vez alcanzada cierta madurez, deberia predominar el "pasota". Si miramos a nuestro alrededor, creo que es exactamente lo contrario: muchos jovenes pasotas y muchos "adultos trepadores"!
Asi lo veo yo, que en muchas cosas me estoy haciendo un "pasota".
saludos
caminante
Lo expresas muy bien. Es lo que quería decir.
ResponderEliminarEs propio de la juventud, el querer poseer bienes materiales e ir progresando social y laboralmente.
Es normal y aconsejable.
Los bienes materiales que se poseen en esa edad, proceden de los padres y todos pretendemos poder tener algo nuestro y personalizarlo.
Es lógico que en la juventud, gran cantidad de la energía vaya destinada a esos logros.
Pasa el tiempo y llega un momento, que se ha de aspirar a otras cosas, porque lo material no satisface.
Pueden ser estímulos culturales, sociales, o de otro tipo.
No quiere decir que en muchos jóvenes, no predomine también esa faceta y sus aspiraciones sean de ese tipo, cultural, espiritual, social, etc.
¿Qué es más satisfactorio? Indudablemente, creo que lo último, pero todo el mundo no somos iguales.
En todo caso, en el equilibrio de todos esos mundos, estará lo conveniente.
Saludos, Caminante
María Jesús
Hola Caminante
ResponderEliminarTe había respondido y ha desaparecido el comentario.
Decía más o menos, que la juventud, es la época de lucha para conseguir logros superiores, tanto profesional, como socialmente. Una gran parte de energía, va destinada a ello.
Cuando se han conseguido ciertas metas y se tiene una vida ya con las necesidades materiales cubiertas, es fácil que se tenga que mirar hacia otro lado, y las inquietudes sean de tipo cultural, social, etc.
Son más gratificantes, puesto que los bienes materiales, solo son un estímulo hasta que se consiguen y tiene una fecha de caducidad. Los otros bienes, no la tienen nunca.
Un saludo, Caminante
María Jesús