Las palabras o gestos, realizados o escritos sobre papel, en una especie de desplazamiento personal arañando el espacio desconocido, si permanece, queda escrito, aunque el efecto causado es menos inmediato, menos impactante y duradero.
Si el ordenador fuera un objeto sensible, si fuera capaz de captar nuestras emociones, reflejaría al pulsar las teclas nuestras incertidumbres, o por el contrario las decisiones. Destacaría el miedo o la valentía, la alegría o la tristeza, de la misma forma, que todo queda reflejado en si mismo al hablar, en el papel al escribir, y en el oyente, al escuchar.
Si, las palabras habladas son viento, pero la impresión causada no está envuelta en niebla, ni vuela con alas de pájaro. La impresión o sentimiento producido, persiste.
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Acertada tu reflexión y valedera y es para considerar mucho en cada uno de nosotros.gracias por tus comentarios en mi blog y por el tiempo invertido en ellos que contribuyen a fortalecer los lazos de amistad, un beso y cariños desde Argentina
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