sábado, 1 de octubre de 2011
A un otoño diferente
A un otoño diferente
Es amarillo el fuego que consume.
La antorcha en el altar
rinde tributo a la diosa de la vida
oculta tras los vahos que enmascaran
las luces decrecientes.
Quiere dejar constancia,
de que el otoño, tan solo es un paréntesis, una parte
de un todo, un cuerpo fragmentado
que vuelve hacia si mismo
y germina, hermafrodita,
en el vientre de su propia semilla.
Nace, como la vida.
Oigo su palpitar cuando me siento
a orilla de la tierra
y toco su ronco corazón al apoyar
mis manos.
Nace como la vida y vuelve hacia si mismo,
para escuchar la música de siempre.
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