Imágenes
Ilumina los campos su figura temprana;
trepa, como la hiedra,
por la frágil pared de la esperanza.
Enraíza las ramas, crece.
Hace acopio de amor y de lluvia
entre las manos blancas.
Las aves migratorias atraviesan
su cielo, su presente.
Es silvestre la lluvia, y es delgado
el presente.
Las aves migratorias atraviesan
su cielo, su presente.
Es silvestre la lluvia, y es delgado
el presente.
Miquerida María Jesús:
ResponderEliminarQué magnífico poema. Enraizas la lluia como flores silvestres, ésas que nacen solas por antojo de la naturaleza. Hablas del presente, para mí el presente es un acopio del pasado. Puede ser más ancho o más delgado. Si el pasado no aporta esperanza, mejor dejémosle en delgado.
El próximo encuento de poesía en red, será en Bilbao, pero el siguiente en Peñíscola. Te mantendré informada. Me encantaría que vinieses, además no queda lejos de tu residencia.
Gracias, cielo. Vamos que creces más que la hiedra. Te felicito.
Mil besos querida amiga,
Cris.
Querida amiga:
ResponderEliminarTienes razón, todo está en nosotros, y tiene la dimensión que le queramos dar, según la atención que le prestemos y la forma de encauzar la vida.
El concepto del "presente", es un poco personal y un tanto inmediato.
Ya me gustaría desplazarme a Peñíscola, sobre todo por verte y escucharte, pero últimamente y de manera voluntaria, además, tengo el tiempo bastante acotado.
Me gustó mucho tu último relato, por lo que decía, por cómo lo decías, y por lo que significaba.
Recibe un gran abrazo querida amiga, y gracias por pasar por aquí.
Mª Jesús