jueves, 15 de septiembre de 2011
Alma de poeta
Alma de poeta
Las palabras se abren a la vida
cuando llega su abril en flor de primavera.
Aveces ríen, a veces lloran,
de alegría, de pena,
se envuelven en el manto del recuerdo
con luz de las estrellas,
o se esconden en la niebla de la noche,
para escapar del olvido y la tristeza.
Pero llega el otoño; el viento del oeste
las azota, las arrastra por tierra,
hasta llevarlas al letargo del invierno.
Allí, se quedan solas, olvidadas,
esperando renacer
de la cálida mano de un poeta,
para impregnar el aroma de los tiempos.
La vida, adquiere forma,
en el alma sensible del poeta.
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Mi querida María Jesús:
ResponderEliminarSiempre quedan los bulbos arraigados a la tierra, por ello, vuelven las flores pero nunca marchitan si habitan en tu alma de poeta. Esa que siempre permanece en primavera.
El otoño es como un errante cuya zalamería proyecta el protocolo de la venida del invierno.
Si llevamos el calor dentro lo soportamos con más fuerza y alegría.
Si nos quedamos sin suficiente temperatura recurriremos a tus versos.
Precioso poema.
Recibe toda mi admiración y mi más lato afecto.
Tu amiga,
Cris.
Querida Cris:
ResponderEliminarNos creemos que la forma tiene que ver con el espacio, con lo tangible, con lo físico, pero yo creo, que por encima de todo tiene que ver, con la sensibilidad.
Por ello, las poetas como tú, dan forma a la vida, y la hacen visible a los ojos de los demás.
Muchas gracias por pasar por aquí, por tu presencia, y por tu compañía.
Recibe un fuerte abrazo junto con mi agradecimiento.
Mª Jesús