jueves, 18 de noviembre de 2010
Una llegada
Una imagen adictiva en la mirada,
un caminar pausado, un objetivo,
ya el alma dirigida hacia parajes
blancos, como la paloma del olvido,
un mundo imaginario en lontananza
un suelo sin rencor y sin melancolía.
Entre luces, un carnaval sin máscaras,
nubes doradas en permanente lluvia,
gotas de vida como un maná divino
derramadas sin tregua, dulcemente,
una mirada de niebla hecha suspiro,
que deambula alegre ya de camino.
Un manantial de luces, fresca fuente
donde beben los pájaros sedientos,
unos sauces erguidos contra el viento,
sauce azul inundado de esperanza,
un río serpenteando en la explanada
un rodeo aparente
Una llegada
al sitio de destino.
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