sábado, 6 de noviembre de 2010
Etérea vivo, sin ser
Etérea vivo, sin ser y a la vez, siendo.
Me palpo y no me siento, me miro
y no me veo.
Me desplazo a mi misma, me eludo, me rodeo.
Extiendo los brazos de acogida, los ojos
pegados al cielo.
Giro vuelta tras vuelta, el vértigo
me atrae.
Quiero oír las canciones inaudibles, el piar
de los pájaros, tocar la primavera.
Pisar la perezosa bruma
de la aurora.
Abandonarme, flotar, vivir. Salir
del verso. Tuyo. En ti.
¡Escribe ya sobre tu suelo blanco!
Después ¡quémalo, échalo al fuego!
Si soy verso en tu alma ¡rómpeme!
No deseo estar presa
de los versos que nunca se escribieron
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Mª Jesús, algo pasa en este blog que se come los comentarios. He perdido el anterior que lo había hecho para lucimiento personal (broma).
ResponderEliminarMe han gustado mucho, los dos poemas que has colgado esta tarde. La última estrofa de éste, me parece preciosa. Ya sé que no te gusta que te diga esas cosas, pero por una vez....
Escribir sobre un espacio blanco, vacío, para quemarlo después, destruirlo, es como querer conseguir algo que se escapa.
Un fuerte abrazo
Antonio
No es el único donde se pierden comentarios. Debe ser fallo de blogger.
ResponderEliminarMás o menos es lo que dices. Son deseos se que exista algo que no es. No existe.
Este poema lo desarrollé en un par de minutos, en torno a un verso que tenía ya de antes; "los versos que nunca se escribieron"
Tenía preparado y pensado el otro, pero los colgué los dos a la vez.
Ya vendrán tiempos de sequía.
Mil gracias por darte una vuelta por aquí.
Besos, María Jesús