La adolescencia
Pasaste por mi cara dulcemente
sin tiempo apenas para sentir tu paso.
Al dejar olvidada la crisálida
quedó tu cambio guardado en el espejo
del reflejo del agua, en tu
propio reflejo.
Las lluvias, desbordaron la fuente,
y como un torbellino,
en el mar de la vida, diluyó
tu imagen la corriente.
Los pensamientos fragmentan la atención.
ResponderEliminarMuy agradecido por su trabajo y el sentimiento sublime puesto en todas sus poesías.
Con el mismo amor te otorgo apunto un don:
http://www.youtube.com/watch?v=Vi5ozLh0eEU