Extraños con los pies en la tierra-Nuestra verdad
La verdad es para cada uno, la coincidencia consigo mismo.
Nada es tan certero, como la búsqueda de aquello que queremos encontrar, y que nos puede proporcionar una justificación a nuestros actos. Esta justificación nos viene dada, por la coincidencia de criterios con otros, por medio de la aceptación o incorporación de los nuestros.
El error o equivocación compartida, transforma una mentira en verdad, en cuanto que coincide con otras opiniones y se generaliza. Predomina lo común sobre lo individual.
Sumergirnos en el engaño compartido por medio del convencimiento de los demás, nos lleva a pensar que estamos en lo cierto, y a autoafirmarnos ante nosotros mismos.
Independientemente de su existencia o no, no queremos llegar al conocimiento de ninguna verdad, sino a la persuasión y a la captación.
Nada es tan certero, como la búsqueda de aquello que queremos encontrar, y que nos puede proporcionar una justificación a nuestros actos. Esta justificación nos viene dada, por la coincidencia de criterios con otros, por medio de la aceptación o incorporación de los nuestros.
El error o equivocación compartida, transforma una mentira en verdad, en cuanto que coincide con otras opiniones y se generaliza. Predomina lo común sobre lo individual.
Sumergirnos en el engaño compartido por medio del convencimiento de los demás, nos lleva a pensar que estamos en lo cierto, y a autoafirmarnos ante nosotros mismos.
Independientemente de su existencia o no, no queremos llegar al conocimiento de ninguna verdad, sino a la persuasión y a la captación.
Mi querida María Jesús:
ResponderEliminarCuantas cosas tan expresivas e inteligentes has colgado en tu maravilloso espacio.
Lamento tanto no poder responderte a cada una de tus entradas...
Bien sabes que el error compartido dinamita la justicia. Jamás podremos salvar los errores pero sí, tal vez, a los que los cometen. Es casi una utopía.
Es evidente que una cosa es el error personal que cada cual intenta no volver a acometer a el error premeditado y masificado.
Jamás debemos sumergirnos en el convencimiento de los demás, nuestra capacidad de raciocinio debe permanecer bien curada y no caer en trampas nocivas.
Llegar al conocimiento de la verdad es alcanzar la sabiduría individual y vivir con serenidad. Eso lleva tiempo, por ello, debemos ser buenos contables y hacer balances sinceros, prácticamente a diario.
La mayor fuente para todo esto radica en el amor. Cuando digo amor hablo de tolerancia de auto-aceptación de enmienda de reflexión de perdón y de renacimiento del alma.
Te felicito por tus entradas tan sabias y reflexivas.
Eres una magnífica escritora.
Recibe toda mi admiración y máxima estima.
Tu amiga que te quiere,
Cris.
Querida amiga Cris:
ResponderEliminarBien sea por inseguridad o por necesidad de aceptación, hasta en los actos más insignificantes, buscamos el convencimiento por parte de los demás, para que nos conduzca a la tolerancia y relajación.
Una mentira compartida, un acto erróneo, si encontramos la aprobación de otros, lo convertimos en una verdad, o en un acierto.
Al final, todo es convencional y nunca sabemos en qué punto estamos.
La objetividad, no existe, ya que siempre priman nuestros intereses y deseos.
Ocurre, que como en todo, siempre hay grados.
Tienes mucha razón cuando dices que el amor debe de ser tolerancia con los que nos rodean, y que a nosotros mismos, nos lleve a una autoestima razonable.
Me dejas un magnífico comentario, Cris. Tú, si eres una gran escritora, y te deso el mayor de los reconocimientos, con tu tercer libro: "Trayectos".
Me gusta hasta el título.
Recibe, innumerables besos de tu amiga, Mª Jesús