¿Quién puede?
Como una flor ofertando su polen,
con los ojos cerrados
te amé, sin saber,
que no se puede retener al viento.
Conservo
del roce furtivo en tus labios,
un sabor a fresa encendida.
Prendida en el hechizo,
no vi abandonado sobre el lecho,
un sobre gris envuelto en lienzo,
dentro, un papel quebrado
y unas letras escritas.
Con fuerza, lo arrojé
para que ardiera en el fuego de la herida.
Hecho humo, aquel sabor intenso
se ha transformado en niebla.
Conservo
del roce furtivo en tus labios,
un sabor a fresa encendida.
Prendida en el hechizo,
no vi abandonado sobre el lecho,
un sobre gris envuelto en lienzo,
dentro, un papel quebrado
y unas letras escritas.
Con fuerza, lo arrojé
para que ardiera en el fuego de la herida.
Hecho humo, aquel sabor intenso
se ha transformado en niebla.
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