lunes, 21 de febrero de 2011
Arde mi corazón
Arde mi corazón
Arde mi corazón con llamas rojas,
incandescentes nubes
rojas de fuego.
Prende la tarde hacia el ocaso
allá donde se esconde
con sus rayos el día.
La noche asoma
disfrazada de estrella
por un roto de su puerta trasera.
Mi corazón arde en si mismo.
No lo apagan los vientos del norte,
no lo ocultan las simas de la tierra,
tiene su propia música,
baila, se tambalea.
Aviva el alma,
permanece en ella el fuego
las ansias de estar viva,
de fundirse con alguien que la quiera
en un abrazo eterno,
decir susurrando al oído:
Encendamos la noche, apaguemos
el día.
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El color rojo es propio del ánimo exaltado. Asociado al fuego, el prender la llama no siempre quiere decir peligro, sino tambien el inicio de algo.
ResponderEliminarHas cambiado un poco la línea.
Ya sabes que te sigo leyendo aunque no me manifieste. No siempre me resulta fácil hacerlo.
Un caluroso abrazo
Antonio
Cierto, el color rojo va unido al ardor, a la pasión, pero no en el sentido sentimental que siempre pensamos, no solo, sino en el de empuje y fe en si mismo, para la consecución de determinadas metas.
ResponderEliminarY todo camino, tiene un principio.
Te agradezco mucho el que me leas, aunque no comentes. Lo entiendo.
Recibe un fuerte abrazo de Mª Jesús